Para muchos, la respuesta reside en la resiliencia que han desarrollado con los años de haber criado a sus hijos. Los padres de niños con necesidades especiales están muy familiarizados con lidiar con los altos y bajos de diversos desórdenes. Desde convertirse repentinamente en un experto en algo que jamás habían escuchado antes hasta desarrollar un temple más fuerte que el de cualquier abogado litigante, los padres de hijos con necesidades especiales tienen reservas de determinación que aparentan las de un superhéroe.

Acude a esa determinación, pon en marcha algunos videos educativos y recuerda algunos hechos claves.

La educación en casa es temporal

La educación, o escuela, en casa durante esta época en realidad no es “escuela”. En realidad, no eres el profesor de tu hijo, su terapeuta, o su terapeuta del habla. Esta es una situación temporal en la cual tú y tu hijo(a) están trabajando para sacar lo mejor de ella. Tus hijos estarán menos concentrados. Tendrán menos acceso a las ayudas cruciales que necesitan. Habrá progresos que ellos simplemente no podrán hacer. Educadores y expertos quieren tranquilizarte asegurándote que esto no tiene nada de malo. Está bien.

Los niños progresarán llevando la batuta

Sí, muchas escuelas y distritos escolares han enviado tareas que requieren ser terminadas. Tu hijo(a) no tiene mucho que decir frente a esto. Pero, cuantas más oportunidades le des para que tome decisiones, mayor éxito experimentarán ambos, tú y él. Ya sea permitirle que determine el cronograma de actividades, darle la oportunidad de decir que necesita un descanso cuando sea que lo necesite, o permitirle que venga con su propia lista de cosas que quiere aprender; poner a tu hijo(a) a llevar la batuta cuando sea posible le inspira un sentido de control de su propio aprendizaje y confianza en su habilidad para contribuir.

Planifica, planifica, y luego planifica un poco más

Todos los niños progresan con los horarios de actividades, pero esto es todavía más cierto para los niños que tienen necesidades especiales. Ellos vienen de un ambiente en el que sus días son planificados minuto a minuto. Esto genera una sensación de seguridad emocional a aquellos niños que tienen dificultades para sentirse en control de sus cuerpos y cerebros. Involucra a tu hijo(a) en el proceso de creación del horario y luego ubícalo en un lugar donde tu hijo(a) pueda revisarlo a diario.

¿Sigues teniendo dificultades? Contacta al profesor de tu hijo(a). Con frecuencia ellos son fuente abundante de apoyo emocional y sugerencias realizables.

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