2 razones para enseñar a tu bebé un segundo idioma

Los jardines infantiles enfocados en la inmersión idiomática han tenido un notorio aumento en su popularidad durante los últimos 10 años. De repente, montones de bebés provenientes de familias monolingües recitan el alfabeto en idiomas que no se hablan en casa. Para familias que con regularidad se embarcan en viajes internacionales, esto tiene sentido. De forma similar, para los hijos de padres bilingües, esto tiene aún más sentido. ¿Pero qué hay de un “típico” bebé? ¿Qué pueden ganar de unas lecciones de idiomas? La respuesta podría sorprenderte. Un investigación que estudia los beneficios del aprendizaje de un segundo idioma en la infancia señala un número de convincentes razones para acercar a tu hijo(a) al idioma extranjero de tu elección. Desde periodos de atención más largos hasta mayor empatía, destacamos tres de los mayores beneficios de aprender un segundo idioma siendo bebé.

Grandes habilidades en funcionamiento ejecutivo

Uno de los grupos de habilidades primarios que los bebés necesitan aprender es lo referente al funcionamiento ejecutivo. Esto se refiere a actividades como clasificar bloques de colores y recordar patrones básicos. Desde trabajar la memoria hasta regular las emociones, se trata de un conjunto de habilidades mentales que incluyen pensamiento flexible, memoria, autocontrol emocional y seguir instrucciones. Repetidos estudios muestran que los bebés bilingües se desempeñan marcadamente mejor en las pruebas de funcionamiento ejecutivo que los bebés monolingües.

Periodos de atención más largos

Los bebés no son precisamente conocidos por tener periodos de atención excepcionalmente prolongados. Sin embargo, cuando son puestos a prueba, los estudios muestran que los bebés que se involucran con regularidad en el aprendizaje de un segundo idioma – ya sea formalmente, en escuelas de inmersión presenciales o a través de tecnología y videos educativos de aprendizaje virtual – consistentemente despliegan mejor habilidad para mantenerse concentrados, incluso en presencia de estímulos distractores externos. Los beneficios de aumentar la habilidad de permanecer concentrado en una tarea ayudarán a los niños a medida que en los siguientes años naveguen por habilidades académicas y de vida cada vez más complejas. Desde aprender a atarse los zapatos hasta dominar lo básico sobre la relación letra-sonido, los niños que pueden concentrarse se desempeñarán mejor que aquellos que tienen que luchar para prestar atención.

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