Piensa en la primera palabra que dijo tu hijo. ¿Cómo ocurrió ese hito? ¿Fue el resultado de sesiones de práctica formales con tarjetas de estudio y hojas con vocabulario? Por supuesto que no. Tu hijo(a) duró muchos meses escuchando el sonido de tu voz, viéndote interactuar con otras personas alrededor, y dando sentido de forma natural a lo que escuchaba antes de pronunciar esa primera (y muy elogiada) palabra. Ahora, piensa en tu propia vida. […]